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Las Naciones Unidas, organizaciones internacionales como la OCDE, la Unión Europea, etc., han desempeñado un papel de liderazgo en el reconocimiento de la importancia de la buena gobernanza y del desarrollo de orientación técnica para mejorar la integridad en la contratación pública, siendo este uno de los principales focos de riesgo de corrupción, fraude, conflictos de intereses y similares con mayor impacto negativo en corrupción para la sociedad. 

La falta de compromiso con los principios fundamentales de integridad, rendición de cuentas y transparencia en la contración pública puede crear espacio para la corrupción, socavar la eficiencia de los servicios públicos y tener un impacto negativo en la rentabilidad del gasto público.

La nueva norma europea, de aplicación internacional, EN 17687, especifica los requisitos y la orientación para entidades públicas compradoras , con respecto a la integridad y rendición de cuentas en los procesos de contratación pública desde la identificación de las necesidades hasta la entrega de bienes, servicios o contratos de trabajo.