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Cuando se aprobó el Reglamento eIDAS1, uno de sus objetivos era conseguir que los medios de identificación emitidos por los estados miembros y por los nuevos prestadores de servicios de confianza pemitieran su uso e interoperabilidad en cualquier país de la Unión Europea. Este objetivo de poder, por ejemplo, hacer gestiones ante la administración alemana con un DNI español, no se consiguió pero eIDAS1 dio lugar a un floreciente mercado de servicios de confianza (emisión de certificados digiitales, sellos de empresa, sellos de tiempo o entrega electrónica certificada) que, gracias a estar basado en un esquema de evaluación de conformidad de tercera parte supervisado a nivel nacional, permitió que sus prestadores pudieran prestarlos en cualquier país de manera válida.
La Covid 19 puso en evidencia algo que ya estaba en la mesa desde hacía años, esto es, la necesidad de pasar de modelos de identidad presunta a identidad robusta en los entornos digitales, desde alquilar un patinete a identificarse en la entrada de un local en el que se exije ser mayor de edad. Además, esa identidad digital tenía que ser usable y en movilidad. Esto fomenta la inclusión digital y la accesibilidad, permitiendo que todas las personas ciudadanas europeas tengan una identidad digital única, segura y, además, con privacidad por defecto. Esto facilita el acceso a servicios públicos y privados, mejorando la eficiencia y la transparencia en numerosos procesos.
Este avance se cristaliza en la propuesta del Reglamento eIDAS2 y la introducción del wallet de identidad europeo representa un salto significativo. Estos desarrollos prometen una mayor integración y facilidad de uso, permitiendo a las personas usuarias gestionar sus identidades y credenciales digitales con mayor control y flexibilidad. Este progreso es vital no solo para la seguridad cibernética, sino también para el crecimiento económico, ya que potencia el comercio electrónico y abre nuevas oportunidades para startups y empresas basadas en datos. La identidad digital europea, por lo tanto, no es solo una herramienta tecnológica, sino un pilar clave para el futuro digital y económico de Europa.
- Principales novedades y diferencias entre el Reglamento eIDAS1 y eIDAS2: sistemas de identificación digital y servicios de confianza
- El wallet de identidad europeo: cómo, cuándo y dónde
- Casos de uso del wallet digital e impacto en las startups basadas en datos
- Atestaciones de atributos (credenciales verificadas): qué son y para qué sirven
- Servicios de onboarding digital
- Q&A
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