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Los partidos políticos son piezas absolutamente insustituibles de la democracia de masas (denominada, precisamente por ello, «democra­ cia de partidos»). Sin embargo, generan una extendida preocupación, entre otras cosas, por su evidente falta de democracia interna y por su protagonismo en el nombramiento de otras instituciones o autoridades independientes como el Tribunal Constitucional, el Consejo General del poder Judicial o el Tribunal de Cuentas.

Los partidos son organizaciones libres surgidas al amparo del derecho de asociación, pero su organización interna, la selección de sus candidatos electorales y su financia­ ción no constituyen cuestiones privadas que afecten tan sólo a sus afiliados. Dada la centralidad política de los partidos, su grado de democracia, la selección de sus candi­ datos electorales y su forma de sostenerse económicamente inciden en la calidad y legitimidad de las propias instituciones del Estado. Sobre estas cuestiones y las propues­ tas de reforma al respecto tratará la primera parte de la Jornada sobre «La reforma del Estado de partidos».

Otra de las grandes preocupaciones en torno a los partidos es su injerencia en institu­ ciones como el Tribunal Constitucional, el Consejo General del poder Judicial y diver­ sas autoridades independientes. Dichas instituciones son esenciales en el funciona­ miento del Estado democrático y de su prestigio depende en gran medida la legitimidad de todo el sistema. La segunda parte de la Jornada tratará sobre la instrumentación partidista de estos órganos y autoridades, en clara tergiversación de la normativa vigen­ te, y sobre los límites que pueden establecerse al respecto. 

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